La Visita...

La historia de Sara y el pequeño Nos, recordada por ella en:
Su voz dulce y cautiva resonó en mi cuarto un par de veces. Reaccioné como cualquier persona, intentando ignorarla y seguir durmiendo, no pude al poco tiempo su silueta asomaba tras la ventana iluminada fantasmagóricamente por la luna, así que me levante. Camine firme hasta la cocina, algo enfadada por haberme desvelado, sin preocuparme quien había sido, al día siguiente debía despertarme pronto y no estaba dispuesta a perder el sueño. Me hice un té y como estaba muy caliente me fui al cuarto, me senté frente a la ventana sujetando la taza, no se porque pero me quedé ahí mirando sin esperar nada, solo, quería dormir.
Una nube oscura dejó ver la luna que resplandecía, su brillo llegaba hasta los cristales y… ¡qué demonios es eso! Un ser muy firme y erguido de aspecto angelical pero muy raro estaba embobado mirándome, ¡joder me había derramado el té encima! Me agaché para sacudirme pues me estaba quemando y cuando levanté la vista…me llevé un susto aún mayor, ese ser había atravesado la ventana y estaba ahí de pie a medio metro de mí. Me fui hacia atrás tan despacio y rápido como pude y entonces habló: “Nos estamos contentos de verte” “A Sara Nos no debería asustarla”. Tan pronto como se calló salí del cuarto y me colgué el abrigo para acercarme,he ir al bar de Antón. Salí temblorosa, me encontré a los perros plácidamente dormidos en la entrada y más allá en la puerta a la calle ese…eso, ahí pasmado:
- ¿Por que no desapareces? ¡Elegiste un mal día para venir! – le grite, los perros se despertaron pero no parecían verle.
- “Nos esta aquí para conocerte, cualquier día es estupendo.”
- ¿Te llamas Nos?, mira Nos, mañana es un día muy importante para mi, debo descansar así que o me dices que quieres o te vas y me olvidas.
- Nos ya te lo ha dicho, Sara no escucha. Quiero que conozcas a mi familia, Nos va a pasar un tiempo con tigo, para saber de tu especie.

Aparecían por todas partes, eran muy altos y elegantes, a pesar de esa expresión rara. Nos era mucho más pequeño que los demás, no fui capaz de soportarlo, me volví y me encerré en la casa, aunque pensé que si él se pudo colar porque no iban ha hacerlo los demás así que salí de nuevo.

- Heme aquí rodeada por unos seres desconocidos como desconocidas son sus intenciones y como protección tres perros a los que parece no importarles esta visita.
-¿Y bien? ¿Dime Nos cuales son tus padres? ¿Si hablo con ellos os iréis?
-Ellos si yo no,...estos son mis hermanos.
-Estupendo…(si tengo que presentarme ha todos hoy no duermo)
-Hermanos esta es Sara si algo me ocurriese venid a por ella.
-¿¡Qué!? Bromeas…
-O no me has entendido, quería decir que tu estarás al corriente de lo que haga y siempre estaremos en contacto.
-Siempre?? Espera, dime cuanto piensas quedarte y ahora que lo pienso, ¿de donde demonios vienes?
-Nos piensa que eres divertida.
-Pues tú no lo eres, contesta ¿cuanto piensas estar aquí?
-Unos ciento veinte años hasta que sea mayor.
-…
-Estás muy pálida Sara.
-Sabes creo que no duraré ni hasta los veinte junto a ti... Y deberías saber que los humanos no vivimos tanto…Espera aquí voy ha echarme una copa.
-¡Sara! no quieres saber de donde viene Nos, te lo mostraré…
-Otro día, tranquilo o tranquila, lo que seas…Tenemos mucho tiempo…eso me temo…
- Pues Nos teme lo contrario, se hacerca el día del destierro...!!

0 comentarios:

Publicar un comentario